UN AUTOMOVIL- RARO-RARO-RARO
Tengo la suficiente edad y experiencia como para comparar mi vida con la de un conductor de automóvil que subido en un coche, cuando nace inicia un trayecto.
Yo ya tengo la experiencia de que he pasado, con ganas, la mitad del viaje.
A los que me piden que lo olvide todo y solo mire para delante, les pido que hagan ellos la prueba, quitar los retrovisores del coche y cuando los que te adelanten te llamen de todo menos bonito, pensarás que es imposible, volverás a poner los espejos porque comprenderás que también hay que tener en cuenta los costados y la parte de atrás. La historia nos persigue.
A los que me piden, que agache la cabeza y tenga un periodo de tiempo en el que no debo mirar hacia delante para hacer que cierre la herida, les digo que el agravio todavía no se ha culminado. De todas maneras yo no heredaré la tierra por manso bienaventurado
Hasta hoy en mi vida he hecho el viaje en un coche con sus accesorios imprescindibles , retrovisores y cristales limpios en parabrisa y ventanillas. Tan imprescindible es para poder vivir afrontando el futuro (parabrisas) no olvidar lo que ocurre alrededor en el presente y en el pasado.
Yo, que algo se de diseño, presento las cosas a mi manera.
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Todos vamos con nuestra maleta por la vida. Lo importante es tomar deciciones que no salpiquen a nadie. Decir lo que se piensa sin pisar cabezas y menos las inocentes. El derecho a la réplica lo tenemos todos pero hay que practicarlo con la misma elegancia con la que se intenta vivir, de lo contrario, por mucho retrovisor que tengas o aunque los cristales estén bien limpios, hasta a ti te pueden salpicar tus propias acciones pasadas. Suerte, de veras.
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