martes, 7 de julio de 2009

CUENTO CORTO - LA ILUSIÓN HA MUERTO


Reconozco que estoy pasando por unos días de los que en Madrid decíamos "de boxeador"
, como un poco sonado. A la vista de un comunicado, no reclamación de solución si no de un comunicado, se me ocurre el siguiente cuento, cortito.
.... En un salón con féretro, al estilo americano, se reunen unas cien personas -todas con judogi- para celebrar las exequias por el muerto presente, LA ILUSION. Delante del micrófono se instala uno de los judocas, que parece de los más afectados. Saca del obi, usado al estilo faja, un papel que despliega, ruega silencio a los presentes y comienza la lectura de su COMUNICADO.
Dice que él es uno de los más afectados por la muerte de la ILUSION, aunque en su fuero interno sabe que también es uno de los principales responsables porque hizo muy poco para evitar la defunción.
Sigue desgranando ocurrencias, que se hacen siempre con un muerto, ver todo lo positivo que la ilusión había proporcionado a la vida, dorando píldoras, cantando excelencias en plan brindis al sol, terminando la alocución pidiendo un aplauso para la que reposa, LA ILUSIÓN.
El mismo judoca se pone en la puerta del salón y recibe los pésames de los 99 judocas restantes. Se felicita a si mismo por el buen papel que ha desempeñado, mientras unos operarios meten el féretro en el horno e incineran LA ILUSIÓN.
La ilusión es eterea, como el alma, por lo que no produce cenizas, de todas formas sin nadie presente entierran la urna en campo santo.

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