Soy aficionado al fútbol, el deporte que practiqué en mi juventud cuando salí rebotado del baloncesto (no daba la talla) y eso que entrené con el mejor preparador de la época, Ignacio Pinedo y, cuando me expulsaron de balonmano por practicar con cierta frecuencia una defensa muy parecida a la estrangulación de judo, en la persona de un joven sacerdote.
Tomando café me comentan lo bien que jugó el Barcelona y que había que felicitarles.
Les confieso que veo los partidos del Barsa en menor proporción que veo al Liverpool , que para eso cuenta con más españoles y que no ví el partido cuando al presenciar los momentos previos con el montaje de quitar el sonido en el himno de España. Hasta ahí. Que vergüenza de dirigentes. Que se puede esperar de los gobiernos paranormales que tenemos. Ahora va a resultar que los españoles somos paradójicos en relación a los catalanes. Que se puede esperar de un equipo donde juegan híbridos de personas como Henry ó Etoo y los dirige un paranoico.
No se sienten españoles y por lo tanto no los siento españoles, que se feliciten ellos y su masa de tontos útiles.
Es como si en su dia los españoles hubiesen felicitado a Napoleón por lo bien que invadía España.
La sabiduría popular de mi pueblo, cuando juega el Barsa y lo dan por la tele: "Gane ó pierda el Barsa es una m....." y así le muestran su desprecio por ser más que un club.
Me despido con el cántico que en todos los campos españoles recibén al BARCELONA.
"Barsa, Barsa, m........"
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