jueves, 7 de mayo de 2009

EL JUDO, LA RIOJA, ALICANTE

Para que la federación riojana pueda completar el acelerón necesario para dejar de ser la cenicienta del Judo en España, es necesario que reflexionemos para que las cosas manifiestamente mejorables, se corrijan.
1.- Creemos que el equipo técnico debe tener una dirección y a la vez voz cantante. Que el director técnico de la Federación sea el jefe de la expedición, coordine y distribuya los judokas bajo la máxima: un combate, un judoka riojano, un entrenador asesorando.
Cuatro entrenadores para 28 participantes riojanos tiene una relación adecuada, 7. Pero si la competición la dividimos en pequeños reinos de Gimnasio, nos encontramos con 18 judokas para un entrenador, 7 que no sabemos si tendrán entrenador, 2 para otro entrenador y por fin el afortunado que tendrá entrenador en exclusiva.
Hay que evitar que 4 judokas femeninas del mismo Gimnasio tengan que competir prácticamente a la misma hora con resultado desastrosos, porque el entrenador no se puede dividir. Esto hay que tenerlo estudiado. El judoka debe saber donde tiene que mirar y quien le va a asesorar para que venza.
Hay que evitar que en la competición de los infantiles no estén presentes todos los entrenadores de la expedición. Los judokas, aunque caigan derrotados a las primeras de cambio, tienen que encontrar una mano que se ponga sobre su hombro, primero para aleccionarles y luego para consolarles.
Fuera de la Comunidad, la selección debe ser un racimo, pero cada uno de sus integrantes debe saber quien ES LA CABEZA y manda.
Hay que coordinar el calentamiento de los 28, distribuir tareas, horarios y trasladar que en competición es necesario un pelín de tensión, etc. y eso no lo pueden hacer 4, (organización matricial que no funciona) ,eso solo lo puede hacer uno.
Cuanto más alto se sitúe el equipo riojano, más valorado estará el director técnico y sobre todo la federación riojana. LAS COSAS CLARAS.

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