miércoles, 27 de mayo de 2009

ALICANTE SE ACABO viva KOPER

Como no hay mal que por bien no venga, la norma del desplazamiento del tatami de los entrenadores hacia la grada, a la vez que me ha producido una molestia en determinados momentos, cuando mi sitio era usurpado por el desterrado de turno que, no estaba de acuerdo con la situación y pretendía conseguir hacer su trabajo, a pesar de todos los impedimentos, me ha enseñado que hay muchas formas de entender el Judo por parte de los entrenadores y por tanto hay muchas formas de trasmitirlo, desde las más dramáticas hasta las más folclóricas. De muchas de ellas se aprende mucho y de alguna es mejor no aprenderlo.
Aunque no es pura ficción, me gustaría que los entrenadores que lo lean y se vean representados, si es en lo positivo, me alegro y si es en lo negativo, pues un pequeño acto de contrición no viene mal a nadie.
No trato de representar a los entrenadores nacionales, ya que aunque en casos como Coimbra los he visto actuar y de manera muy positiva, no tengo suficientes elementos de juicio, por la distancia en la que les observaba en Portugal.
LA FAUNA DE LOS ENTRENADORES
1.- La que más huella me dejó era una mujer, se plantó delante de mi asiento sin tan siquiera abrir la boca. Lo guardaba todo para la aparición de su pupilo. Le jaleó cuando despreció el chocar de la mano que le ofrecía el contrario. Lanzaba lindezas contra los rivales sin venir a cuento. Aplicaba las instrucciones con mano militari,, pero todo lo que que le indicaba por gestos a su alumno eran contras, seguidas del “cuando venga....”. Repitió asistencia en varias ocasiones y al final el grupo de la primera fila aplaudió cuando su cachorro quedó eliminado, que alivio.
2.- Apareció una joven, que pidió disculpas y dio a entender que no le quedaba otro remedio, Dirigía y daba instrucciones correctamente, animaba a su pupilo sin estridencias, y cuando este perdió en la repesca se retiró cortésmente con un encogimiento de hombros. Me siento mucho más identificado con esta persona que con la anterior porque lo que esta mujer enseña se acerca a lo que yo entiendo que es el judo.
3.- Irrumpió otro entrenador, que ante las protestas de los presentes porque les impedía la visión de la competición de su hijo en un tatami próximo, dijo que no se iba a disculpar y que menos se retiraba; terminó su combate, en el que su pupilo debió perder, porque no volvió a aparecer y se deshizo en disculpas y explicaciones. Su actuación para con el combate dentro del nerviosismo fue ejemplar.
4.- Otra visita obligada correspondió a un entrenador joven, de Cataluña ó Baleares, molestó lo menos que pudo y su asesoría al pupilo fue excelente, le hablaba en voz alta acompañado de gestos, debió darle resultado ya que repitió presencia.
5.- También apareció un entrenador andaluz, que a lo mejor no era más que un componente de la clá, porque además de incordiar a los presentes poco más hizo.
6.- Si hubiese un premio a la simpatía y al entrenador folclórico sin duda se lo llevaría uno de los componentes del dúo que se presentaron y se las apañaron para que los vecinos de localidad abandonaran los asientos sin protestar. Frases de ánimo como “venga trabaja, trabaja, que ya tenemos bastante con los tres millones de parados” competía con un madrileño con las siete estrellas en las hombreras “gánale, gánale, que por lo menos es general”, seguidas de silbidos folclóricos que además de atronar a los vecinos, extraña-
mente el competidor entendía. Posteriormente nos vimos en distintos lugares del pabellón y me comentó, “como se sufre”.


El resto de los comentarios sobre más entrenadores están tomados de observaciones en Alicante, pero en distintos puestos dentro del recinto.
7.- El entrenador que está centrado en una sola judoka, que la está aleccionando permanentemente, Parece que el sistema le da resultado.

8.- El entrenador que aleccionando a judokas se muestra serio y frío, pero que se transforma cuando a los que tiene que dirigir son allegados. Debe dotarse de cierto equilibrio ó lo va a pasar mal física y personalmente.
9.- El entrenador, árbitro, que ha resultado de los más perjudicados con las nuevas normas, ya que le encantaba saludar y hablar con los árbitros justo antes de los combates de sus pupilas. En alguna ocasión ha aplicado el “hoy por ti mañana por mi” que le ha dado buenos resultados.
10.- El entrenador, que enseña sobre el terreno, llega con la familia y con suficiente antelación, se pone un judogi y calienta y hace calentar a las judokas. Creo que aplica un sistema de los más tradicionales y efectivos. Frustrado cuando en una final su pupila pierde la medalla de oro de una forma un tanto atípica, según la banda sonora de los espectadores.
11.- Los entrenadores que siguen la nueva norma al pie de la letra y siguen los combates desde lo alto de la grada, con un gesto de “la suerte está echada”. Pertenecen a la plantilla de los resignados y son de los que piensan que hagan lo que hagan no van a cambiar nada. Con esos ánimos los entrenamientos deben ser muy aburridos.
12.- Los entrenadores pasteleros, que pase lo que pase todo lo ven bien, tratan de guardar las formas y si en esas sus entrenados resultan perjudicados con “algún día ocurrirá lo contrario”.
13.- Los que tratan de transmitir confianza repitiendo constantemente la frase “todo está controlado”, que en el fondo no se creen ni ellos y les lleva a estar improvisando constan-temente.
14.- El entrenador faltón y director de orquesta; se pasa el combate metiéndose con el contrario, sin dirigir para nada a su pupilo y solo preocupándose de bajar la moral del oponente e influir en los árbitros y en la mesa, con frases y gritos de los más variados “venga que el azul no puede”, “el blanco no ataca”,”yuko”, “shido”. Y lo peor del caso es que tiene suerte. Esta manera de actuar tiene dos problemas : que existen las cámaras de video y que “los intereses creados” es una obra de ficción y como tal tiene fin y este no justifica los medios. Si lo que ha tratado de evitar la Federación con la nueva norma son casos como estos, está claro que no los han corregido
15.- El entrenador que le dedica a la dirección todo el tiempo del mundo, que ha conseguido que sus pupilos crean en él a pie juntillas, que basa la consecución de posibles éxitos en el esfuerzo y el trabajo entrenando, que dirige los combates en el mismo tono que los entrenos y que está afinando permanentemente las estrategias. Es el que trasmite más seguridad a sus pupilos, hable en catalán o en castellano. Para mi el mejor entrenador.
16.- Dejo para el último lugar el análisis de dos entrenadores a los que conocí en el transcurso de una disputa, fruto de un derecho que tienen los judokas y que deberían potenciar los entrenadores si se sienten seriamente perjudicados por las decisiones arbitrales, no abandonar su puesto en el tatami, hasta que le aclaren las dudas. Una judoka , a la que no podía ver el dorsal, se negaba al abandono del tatamí; los arbitros reunidos con la mesa, mientras los entrenadores (creo que de Murcia) clamaban justicia en las puntuaciones” que era claro que se habían equivocado”, el entrenador (creo que asturiano) apelaba al universal “para compensar de cuando somos perjudicados”. Sin que aparentemente nadie se lo indicase y a la vista del revuelo que había montado, la judoka abandonó el tatamí entre una cerrada ovación. Hay deportistas que dan más de una lección a ciertos entrenadores.

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