lunes, 7 de septiembre de 2009

JUDOKAS QUE DEJAN HUELLA


JORGE MALLAFRÉ

La primera vez que reparé en ti ibas acompañado de tú inseparable, por aquel entonces, Benito Somalo. Fue con motivo de una exhibición que se iba a celebrar con escolares en un colegio enclavado en la Avda. de Madrid de Logroño; celebraban las fiestas del centro. Recuerdo que en un salón montasteis entre vosotros dos, un improvisado tatamí bajo la atenta mirada del senseí Pedro Fernandez padre. Tendrías entonces doce-trece años. Lucías cinturón azul marrón. Por delegación hicieseis las veces de árbitros en el rápido campeonato que se organizó entre los invitados del Gimnasio Pedro Fernandez y los afiliados a judo del colegio. A la media hora terminó el evento, apilaste las colchonetas y desapareciste, como todos.
Hace cinco años empecé a ver tus entrenamientos y tengo que descubrir que contabas con un fan volcado en ti, el padre de Otari, que en conversaciones en las que le pillabas el 80 % de lo que quería transmitir, decía que él como judoka de un pais en el que el judo es su deporte principal, Georgia, al que más posibilidades veía de llegar lejos era a ti; destacaba que lo que te enseñaba lo pillabas a la primera y marcaba que la lastima era que tu evolución no fuese la adecuada.
Observé que durante una temporada entrenabas muy fuerte y hacías randoris con cualquiera que te pusieran y no faltabas ni a una sola de las jornadas.
Desapareciste, creo que fuiste a estudiar a Zaragoza. Te veía en los entrenamientos algunos viernes, pero ya no le ponías intensidad. Te volviste más cómodo, preferías los randoris con las chavalas de las que no hacías distinción de genero y actuabas con algo de prepotencia. Con Beni lesionado de larga duración, eludías encuentros con el papá de Lardero (Gentico), Cipri, el holandés y Pablo.
Esta última temporada me interesé por tú resultado en el campeonato de España sub 23 , sector norte; me dijeron que habías estado bien aunque no brillante.
Creo, aunque no puedo confirmarlo, que no asististe al Torneo de Jaca 2009.
Ignoro tu grado de implicación con el judo, y como te lo montas para hacerlo compatible con tus estudios (primero la carrera, que con el judo solo comen unos pocos), pero me alegraría que si deseas seguir practicando, encuentres en la ciudad donde residas un buen gimnasio y un buen entrenador que sea capaz de hacerte aflorar las buenas maneras a las que apuntabas porque todavía tienes edad para hacer buenas cosas en el judo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario