Adelanto que en el análisis llego a una conclusión que a priori y salvando el caso aireado de Alba, puede parecer sorprendente, y es que en el primer año del nuevo presidente sus actuaciones positivas con el judo, superan ampliamente a las negativas, que también las hay.
Soy pragmático, no se confundan, no he mantenido ni tengo previsto ( a medio plazo) ninguna conversación con Pedro Maria Fernandez para limar asperezas, pero a la vista de los posibles competidores que se podrían dar para disputarle en futura votación la presidencia de la federación, no encuentro ninguno mejor. Que tiene que solucionar determinados tic, por supuesto, pero repito que hoy por hoy no hay una persona más adecuada para renovar el judo aquí.
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