miércoles, 22 de abril de 2009

COMO PERDER SIN SER DERROTADA.


Alba quedó la primera de su grupo al derrotar por ippon antes del finalizar cada combate a dos portuguesas, una de ellas ( Ana Figueiredo )quedó a la postre con la 4ª plaza que e daba derecho a la otra medalla de bronce.
Comienzan las semifinales y por cuestiones de la cuántica en los cruces se tienen que enfrentar dos españolas.
Primer punto.- El preparador de la contrincante de Alba, proveniente por libre de la federación madrileña, es pupila de uno de los (no se si preparadores ó entrenadores de la selección española). El Sr., muy correcto en su comportamiento, se retiró mientras duraba el combate lo más alejado posible del tatami; pero, es lógico, humano y creíble que antes había aleccionado a la madrileña sobre la forma de competir de Alba, lo que a la postre sería crucial para el resultado. En ese sentido nos ganaran por la mano.
Segundo Punto.- A los dos minutos Alba ganaba por un waza ari (10 puntos) que podían ser 20 si el árbitro (aquí a lo mejor peco de parcialidad) hubiera visto un ippon que realizó Alba.
Tercer punto.- Comienza el calvario: La madrileña, muy bien aleccionada como vimos, empieza a tratar de meter la mano por encima de los hombros de Alba, cosa que consigue en muchas ocasiones, sin que reaccione para poder esquivarla, y aunque no consiguió derribar a Alba ni una sola vez, le toca la cabeza y hace que se le caigan las gomas de los coleteros (hasta 12 veces). Esto produce parada del combate, los árbitros que se empiezan a impacientar y consecuencia sido. Hago un inciso, varios judokas con futuro, con presente y con pasado me han comentado que lo que no se ha preparado antes del combate, difícil que se arregle en el transcurso del mismo.
Cuarto y final.- Faltando pocos segundos para los 4 minutos de rigor y aquí empieza la parcial actuación del árbitro español, nueva caída de goma, nuevo sido y waza ari
contra Alba , consecuencia 10 puntos por acumulación de tarjetas. Llegan a los 4 minutos empatadas.El árbitro es parcial porque impide que Alba se deshaga de las dos gomas lo que hubiese cortado las interrupciones. Dos minutos más, Alba descentrada y consulta entre los árbitros, vencedora la madrileña, pasa a la final sin haber hecho una sola llave.
Conclusión: sinceramente pienso que si las circunstancias de las gomas hubiese sido al contrario, el árbitro no hubiese actuado igual y se merece lo que le grité: TE HAS LUCIDO. pOR ESOS UNA MEDALLA DE BRONCE QUE SABE A POCO.

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