Ayer lunes en el Gimnasio Pedro Fernández riojano vi como seis judokas se preparaban para el examen del cinturón negro. Hago este comentario por si entre los lectores de este blog se encuentra algún judoka de cualquier localidad de la Rioja con cinturón marrón, con la suficiente experiencia y edad, para que se ponga en contacto con la Federación y pueda ser inscrito, optando al negro si superan las pruebas y el examen.
La consecución del cinturón negro, desde mi punto de vista, tiene dos vertientes:
1.- El que se esfuerza, entrena y una vez conseguido le sirve de estímulo para seguir practicando el judo. En una palabra, se muestra orgulloso.
2.- La del que piensa que "Ya era hora" entrena tarde, mal ó nunca espera aprobar el examen con suerte y benevolencia por parte del tribunal y que una vez conseguido esperará el diploma, le pondrá un bonito marco y como el que aprobó el primero de la ESO, se buscará una bonita foto para el recuerdo y adiós.
El cinturón negro en su primer grado debería ser entregado como algo provisional y si después de un periodo de dos-tres años el aspirante a propietario demuestra que sigue con el judo, expandiendo el judo y viviendo el judo, se le entrega en propiedad, porque habrá hecho méritos y si no pues se queda con el marrón, que no está nada mal.
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