martes, 24 de enero de 2012

PABLO GUERRA


JUDOCAS QUE DEJAN HUELLA

Descubrí a Pablo allá por el año 2006 en un Campeonato de La Rioja en el que quedó campeón en su peso. Me llamó la atención la seguridad con la que competía y hacía gala de una técnica que asombraba a un profano como yo.
A partir de entonces ya no me pasaba desapercibido en entrenamientos en los que me le encontraba. Mucha entrega y una dedicación por encima de lo normal. Por vías indirectas ( nunca se lo pregunté a él directamente ) fui interesándome por el Pablo judoca y me enteré de que era jarrero, que su competir había llegado hasta fuera de la Comunidad y observándole percibí que era extrovertido y los compañeros y amigos le percibían con agrado. El circulo de sus amistades en el judo se cerraba en torno a Pedro Mari.
Su evolución en estos años la he entendido dentro de un judoca universitario que disfruta entrenando y compitiendo en la élite nacional y que está al tanto de lo que ocurre en el judo, como lo demuestran las amistades con senseis de Usurbil y de Salamanca.
En el año 2007 es medalla de plata en el campeonato de La Rioja, superado por el monitor de Valdezcaray, pero eso no es óbice para que siga su progresión que demuestra en los entrenamientos en los que le observamos. Entre los entrenamientos que ha dirigido y que nosotros hemos podido presenciar, le hemos visto desde las sesiones más brillantes hasta las más flojitas, aunque estas parecían dirigidas en la distancia, vamos que parecía que seguía instrucciones.
Desconozco su grado de implicación para con el judo, su dam como cinturón negro, en que lugar practica sus enseñanzas, colegio o gimnasio, pero desde mi escasa coherencia puedo afirmar que es un judoca brillante como pocos.
Es de los miembros más activos del Judo en el gimnasio Pedro Fernández y participa de manera entusiasta con el Equipo Laguna Sport en la liga nacional de hace pocos años, junto con el congoleño Jean y aquel georgiano efímero. De las tres victoria de la primera jornada de la liga en este año 2012 una le corresponde a él.
Apuesta segura en los campeonatos de La Rioja porque se mantiene en una forma envidiable.
Me llamó la atención que allá por el año 2009 cuando Alba consigue la medalla de oro en el ranking nacional, en Fuenlabrada, a la primera persona que llamó Pedro Mari para contárselo fue a Pablo.
En el año 2010 había sido seleccionado para participar en el sector norte del campeonato de España que se celebraba en Vitoria, pero se quedó en Haro esperando, lo mismo que Alba y Ana junto con Hector y pedro M. que las acompañaban, que no salieron de Logroño debido a las inclemencias del tiempo.
Su recién estrenada paternidad en el año 2011 le ha hecho más perfecionista si cabe, como lo demuestra su clasificación en el sector norte, en Pamplona, que le hizo viajar a Puertollano para la final.
En el campeonato de La Rioja celebrado en diciembre p.pdo. le vimos unos combates excelentes y la medalla de oro que consiguió fue totalmente merecida.

Hoy por hoy es el judoca riojano más brillante en el panorama actual.










De no haber tenido afortunadamente a Hector como como entrenador de Alba, con el apoyo de
Isis para conseguir mayor elasticidad, Pablo hubieses sido sin duda mi entrenador preferido.



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