En el ascensor que sube en la Judo House, en los tres entrenadores de judo que aparecen, están representados el resto de los judokas senseis, que día a día y más por vocación que por negocio, forman e instruyen a chavales con el objetivo de hacer campeones y también buenas personas.
El primero que aparece es Hector Apellaniz, que a base de esfuerzo personal y mucha dedicación ha conseguido que dos judokas riojanas terminasen primeras en el ranking nacional de cadetes. Comparamos poblaciones y valoramos , si cabe, aún más sus méritos.
A su lado el entrenador extremeño Miguel, que está formado a un gran campeón, Romero "Pajarito", del que tenemos información de primera mano y parece que algunos seleccionadores confunden su su temeridad con pasotismo. Que sabrán ellos.
Detrás aparece (siento no haber localizado ninguna foto en la que aparezca más nitidamente) el entrenador de la castellano manchega Aroa, con tintes de campeona. Alguno y alguna se colgarán la medalla de su formación, cuando en realidad les han entrenado en tres ocasiones. Creo que he escrito de la impresión que me produjo en entrenador en Alicante, calándose el judogi para calentar con las judokas que iban a competir.
Enhorabuena a los tres, reconocimiento a sus méritos y a su forma de hacer; muchos podrán tomar ejemplo de vosotros.
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