LOS CESTEROS

En la misma calle del pueblo de mis orígenes, había una familia apodada los cesteros, no recuerdo en que generación. De mi quinta era uno de los hijos, Paquillo, y a través de juegos entendí parte del proceso para poder hacer buenos cestos. La carga de trabajo la tenían en el mes de julio, vísperas de las vendimias que comenzaban a mediados de agosto. El padre enseñaba a los hijos a preparar los mejores mimbres y les indicaba "antes de sentarte a hacer el cesto prepara todo al alcance de la mano, selecciona bien los mimbres y sobre todo utiliza el número de varas preciso, no quieras ahorrar y menos cuando hagas el suelo; como la base te quede mal ya no harás un buen cesto".

Hago este preámbulo para presentar el didi de la última habitación del Judo House, titulada Los cesteros.

En la habitación hay tres cesteros a los que no les cunde la labor, porque la selección de mimbres que han hecho no está sujeta a ningún canon ó norma e incluso están empezando las bases con menos varas de las precisas y, aunque tienen donde elegir, no demuestran demasiada habilidad para la tarea.

La cestería tiene abundantes capachos y cestos terminados, pero no son el resultado de sus manos; corresponden a mercancía hecha por otros buenos cesteros, que se la han entregado en depósito, pero estos no saben que hacer con ella.

Cambiar los mimbres por cadetes, los cesteros por seleccionadores y tendrán la obra y mañana los resultados