Las siluetas están coronadas por una gorra entre de furriel y japonesa, en blanco y negro.
Empezando por la derecha se muestran las medallas que luce el fundador del judo en una recepción de palacio en Japón. Indica los que se quieren colgar las medallas del Sr. Kano, pero sin ganárselas.
La nevera está con judokas que han sufrido las consecuencias de los furrieles y su quiero y no puedo. Los furrieles ignoran lo que es llamado continuidad, para como se busca en entidades privadas, lograr resultados.
Los diamantes en bruto representan a una entrega provisional que hacen los familiares, pero los furrieles no dan la talla, vamos que no saben ni pulir ni tallar. Con ellos los diamantes pasarían otro millón de años y no ganarían nada.
La multimano izquierda es algo que necesitan, aunque solo sea un poquito.
El gran dedo señala lo único que en el fondo les interesa, lo económico. Son treinta las monedas que junto con el rollo de dólares forma ese fondo.
La señal del inodoro indica los momentos más brillantes en iniciativas.
Por último en tenderete para lo único que si se esmeran pueden hacer bien, entregar prendas, aunque sean llenas de porquería como el judogi.
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