Otra Miscelanea

A estas horas no he conseguido enterarme del resultado de la incursión de Maria en tierras vascas para disputar un campeonato en la categoría junior. He estado un poco liado porque he recibido visita de unos amigos de Mejico, aunque hice un inciso para tirar una foto de un numeroso grupo de judocas alevines y benjamines, que se dieron cita para dirimir diferencias en los juegos escolares, en el Gimnasio Pedro Fernandez. Ahí va la fotografía.
Me acerco con mi compi para toda la vida a un establecimiento de esos que te venden todo lo útil e inutil que aporta la vida moderna y profesiones en declive como la construcción en la que empezaron poniendo un taladro de segunda mano y ahora esa sección les ocupa el 20% de la tienda. Hay unos ruidosos africanos contemplando todo tipo de cachivaches y ahora viene lo bueno: se acerca al mostrador una joven  de piel oscura, portando una suerte de lampara de rayos uva y balbuceando un primario castellano le pregunta a la dependienta si la puede atender, a lo que esta responde que tiene instrucciones muy claras de que no abandone la caja; la africana le pregunta entonces que su puede probar el artilugio  a la vez que le pide que le indique para que sirve; la vendedora, de manera natural y sin percatarse de lo que está diciendo y a quien se lo está diciendo, le contesta " en una lampara para ponerse morena y sobre todo la cara" , la africana le mira en principio con estupor y a continuación, cuando comprende lo que le han dicho, lanza una risotada a la vez que empieza a moverse en una especie de baile a la luuvia. Han pasado cinco minutos y la pretendiente de los rayos uva abandona en local si perder la sonrisa y creo que recordando lo que había estado a punto de comprar.

De una manera improvisada he comenzado la pintar lo que será el dibujo de diez judocas cercanos, con unas dimensiones cercanas al poster. Hasta ahora llevo terminados tres y las iré publicando en este espacio. Empiezo por María y le seguirán Pepe e Irene.