martes, 17 de julio de 2012

LIENZO MORENO

Sigo dando pasos en el poster de las 75.000 visitas. Ya cuento con título LA CAJA.
Estoy contento y más desde que he visionado la foto de Familia con mi hijo, su guapa señora y mis dos nietos Diego y Javi.
Mientras tanto tres diatribas más:
1.- Hay una estadística que indica que el porcentaje del fracaso en  los negocios, sean de la índole que sean, (incluso Korea del norte), que son transmitidos de padres a hijos, es elevado (más del 70%). Estos fracasos se deben a una perdida de valores en la sociedad. Los descendientes ponen en primer lugar el beneficio y después todo lo demás y así les va en algunos entes.
La diferencia entre lo mediocre y lo óptimo lo marcan las personas. Unos con ideas del vulgo y otros con claridad de ideas,  dedicación, un hacer transparente, limpios en su actuación, con recursos, ajustando permanentemente las estrategias (siempre disponen de un plan b).
2.- Me encuentro con un vecino, funcionario (con mantenimiento en un hospital riojano) y para mi sorpresa me dice que ha leído el comentario que escribí hace unos días. Cree que a los funcionarios les hace daño que les metan a todos en el mismo saco; que se confundan a los empleados con los trabajadores de empresas públicas. Está molesto, como no, con los ajustes que se están produciendo , pero está más intranquilo por el mar de dudas en el que actualmente navega y es que dice que si él no está seguro, otros que no dan palo al agua, lo están menos y sobre todo porque las sombras sindicales han desaparecido, vamos que ya no protegen.
Me traslada un término que hasta ahora desconocía, el funcionario NESCAFÉ, que se ampara en unas presuntas oposiciones , no rinde en absoluto pero, al igual que en el sorteo, cree que en su día le tocó  (que no le garantizaron) un sueldo para toda la vida.
3.- Siempre me ha gustado, por ética y por estética, ver a los judocas (por muy infantes que sean ) imbuidos en unos judoguis inmaculados. En etapas pasadas, con la excepción de algunos judocas adultos, siempre observé que esa norma se respetaba a rajatabla. Había judocas que ese uso del blanco España lo elevaban a la categoría de rito; siempre recordaré a David Benito que parecía que más que un judogui llevaba un smoking. En etapas recientes he visto a  judocas en años de comienzo con unas prendas, que he tenido que verlas de cerca para comprobar que no era lienzo moreno, que el tono grisáceo que desprendían era consecuencia de los periodos tan largos con los que visitaban la lavadora. Me lo ha recordado el ver una fotografía muy reciente del Gimnasio Zarza , donde 40 judocas adultos posan con vestimentas de un blanco inmaculado. Trato de compararlas con otras fotos de grupo y en fin, las comparaciones son odiosas.
Copla del perdedor
                                 luchando toda la vida
                                 por ser una vez primero
                                 pero después de los años
                                 su apodo será platero
                                 platero pero no el burro
                                no es de Juan Ramón Jimenez
                                que si gen no compartían
                                si comparten adn.
                                platero que no de plata
                                platero de segundero
                                pues por mucho que luchó
                                no llegó a ser nunca el primero 

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