viernes, 24 de diciembre de 2010

turrón de chocolate


Tengo preparado un trabajo dividido en dos partes, uno sobre las personas que han hecho algo positivo por el judo riojano y que ya tienen cierta edad, sobre las que he dibujado sus siluetas como el mejor chocolatero del mundo haría, formando la tableta de turrón de más calidad ( no creáis, que me ha llevado su tiempo lograr que se parezcan a las personas que quería ) y la segunda parte o parte inferior es una gran taza en la que se disuelven figuras derretidas de personas que están en el judo lo mismo que estarían en la federación de petanca (si existe).

Iba a publicar las dos partes cuando he recibido a través de Alba una noticia que me ha dejado estupefacto, la muerte de Jon, el padre de un karateca del Gimnasio Pedro Fernandez. Con cincuenta años, un tío abierto al que había visto unos días antes promoviendo la venta de Lotería de Navidad de la asociación de aficionados al kárate. Conmocionado hoy he pasado delante del gimnasio con la ilusión de verlo abierto y ver salir a Jon del mismo, pero no había ilusión y la realidad se ha impuesto. En estos casos siempre me viene a la cabeza la misma idea, que extraño es esto de la vida y cuando lo medito me da una punzada en el corazón. Este triste acontecimiento me ha hecho que las llamadas que todos los años hago a mi familia en Madrid, se han convertido hoy en algo muy especial, fundamentalmente oír a mi madre, con 94 años y a mi hijo el mayor.

He recapacitado sobre la obra preparada y me he dicho, en estas fechas ¿quien leches soy yo para enjuiciar a determinada gente ?. Quito y destruyo la parte negativa y publico la parte genial. A todos felices fiestas y pego el bandazo de la creencia, porque si no creemos ¿que nos queda?.

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