lunes, 29 de marzo de 2010

EL SHIDO

LA IMPORTACIA DE MARCAR UN SHIDO

Desde que soy aficionado al Judo, shido sea posiblemente la palabra que menos he entendido, de las que más he oído, y de las que el criterio utilizado por los árbitros jamás he comprendido.

Leí hace unos años una teoría del porque el tratamiento del shido y porqué fue implantada su potenciacion. En los años 60 y 70 la federación internacional estaba alarmada por la pasividad en los combates, que hacían de la competición algo aburrido, así (por la teoría del péndulo ) se pasó a potenciar a los toritos, a los agresivos, a los kamikaze. Establecieron unas reglas a favor del estilo agresivo del combate que a medida que se aplicaban se distanciaban más del espíritu del Judo, aunque se hicieron populares junto con la implantación de las reglas de los agarra piernas. Si lo que pretendían era hacer del Judo el deporte de masas más internacional, estaban levitando, porque los deportes de contacto nunca superarán al fútbol, por ejemplo.

Han subsanado las reglas de los agarra piernas pero mantienen la del shido y uno ve las estadísticas de competiciones y sinceramente hay demasiados resultados afectados por shidos y se está dando pie a competiciones en los que un –una judoka llega a la final y la gana, sin haber hecho una sola llave técnica y teniendo la suerte de no haber sido derribado-a. Recuerdo comentarios de un sensei que para justificar la victoria del-la pupilo-a, después de haber saludado a los árbitros antes del enfrentamiento decía “he sacado x sanciones y ha ganado”.

Dando el poder del shido a los árbitros se está potenciando la fuerza en detrimento de la técnica. Hay quien dirá que también intervienen los agarres y los puntos de agarre en mangas y solapas; en esto hay mucha milonga, porque he visto judokas que se pasan el tiempo del combate agarrando en sitios permitidos y moviéndose, pero siempre igual y sin ningún propósito de atacar ó derribar.

No veo al fundador del Judo pensando en un judoka simplemente agresivo. Lo imagino pensando más en un judoka reflexivo que estudiase como meter las manos para lanzar al adversario. Llego a la conclusión que el Judo actual va en contra del espíritu del Sr. Kano.

Un escenario absurdo, tres árbitros en el tatami y los judokas a punto de iniciar la competición; de pronto a uno le viene un apretón, va hacia una esquina y evacúa. El trio y los espectadores atónitos. Me imagino que se llamarían a consulta antes de descalificar al ligero.
La excelencia procede de la reflexión y el shido carece de reflexión.
Hay enfrentamientos que terminan en un minuto a base de sanciones y sin que se haya visto nada de judo.

En la penalización del shido hay adulteración del judo, que en ocasiones se ve agravada con la intervención de la clá, que de manera más o menos directa influye en el criterio de los árbitros, provocado por la indefinición de las actuaciones sancionables.

Han intervenido en los agarra piernas y según han publicado para preservar al judo como REFERENCIA DE OTROS DEPORTES, no permitiendo que se adultere con otros locales como la lucha. Pues bien sean objetivos, miren alrededor, estudien las normas implantadas en otros deportes de contacto y aprovechen experiencias ajenas.

Muchos senséis ya no se calientan la cabeza estableciendo tácticas o estratagemas para con sus judocas, simplemente les dicen “los dos primeros ataques tuyos y el resto del combate, si dura, tienes los árbitros a tu favor”.

Establezcan un debate sobre la conveniencia de mantener el judo a base de shidos y terminaran convencidos de que, o cambian o terminarán arbitrando desde los despachos.

No destierren el shido pero establezcan, por ejemplo, una carencia de un minuto para marcarlos, igualando al agresivo con el reflexivo y dando pie a que los combates sean más intensos, duren más y en la puntuación prime la calidad, no la improvisación.

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