Entiendo por tela marinera algo que es difícil de explicar, complicado, pendiente de una solución.
Pues esto del judo en algunos círculos tiene tela marinera. Cuando a la vista del resultado de los últimos combates celebrados en Madrid, Zaragoza y hasta en Astilleros, con resultados diversos, me hace pensar que los judocas involucrados estarán ausentes, me encuentro con el gimnasio lleno que con nuevos bríos están impacientes para que les llegue el nuevo enfrentameinto deportivo. Es cierto que hay un grupo de junior, cadetes, infantiles y alevines, que están enganchados con el judo, algo que en principio puede parecer impensable pero es así. También es cierto que hace años que yo no veía un entusiasmo por el calendario de competiciones que emanase de los propios deportistas y es que esto del judo y los judocas riojanos del gimnasio Pedro Fernandez tiene tela marinera.
Veo que están haciendo randoris en el suelo y me parece fenomenal, pues como me comentaba el padre de un jucoca de los destacados, cada vez es más difícil vencer por ipoon y cada vez es más fácil perder por estrangulación. A vuela pluma observo sobre el tatami a Pedro Mari como director de orquesta y a Pablo, Hector, Alberto (desconocía su gracia y desparpajo contando anécdotas), Cipri, Jumberi, Eliser, José Luis, José Manuel, el profesor de Fp, David y su padre, Judit, Maria, Irene la grande, Irene la chica (que de su visita a Cantabria se trajo la medalla de oro, y como dice Pedro Mari le van a tener que poner una tienda de campaña, porque siempre que puede se encuentra en el gimnasio entrenando), Luis M y Luis C, Rodrigo, Laura S, Laura T., Irache y su hermana, Eva , Agustina y hasta una docena más de nombres desconocidos. Que ver tanta gente entrenando a mi particularmente me alegra.
Ya hace tiempo que tenía terminada esta pintura sobre los complejo que a veces veo el judo y creo que hoy es el mejor día para publicarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario