jueves, 8 de marzo de 2012

JUDOCAS QUE DEJAN HUELLA Y OTRAS HISTORIAS

1.- En JUDOCAS QUE DEJAN HUELLA hoy hablamos de José Luis también conocido como Koldo.
Ayer en le gimnasio le pregunté si se estaba preparando para la liga de Madrid y me comentó un poco apesadumbrado " yo ya no voy a volver a competir" y me recordó lo que yo sabía, pero había olvidado, que en la última competición en Zaragoza tuvo un percance y sintió como el pecho le oprimía. Ha consultado a médicos y le han recomendado que se tome el judo como un mero deporte, pero sin entrar  a competir, en una palabra, que se lo tome con moderación. Encuentro que su respuesta  y decisión ha sido muy correcta, seguirá con el judo, pero en intensidad habrá bajado varios peldaños.  Conocí a José Luis desde que apareció en el gimnasio con el cinturón verde; para mi era el niño de la eterna sonrisa. Como persona le conocí un poco más desde el punto de vista de su madre con la que coincidí en un viaje en grupo a Vitoría para disputar un campeonato masivo de niños. Me habló de sus orígenes vascos y de un montón de cosas particulares que no vienen al caso. Posteriormente conocí a su padre, un esforzado conductor (buena gente), que al igual que su madre se desvivían por Koldo. Hacía por aquel entonces un judo bastante técnico, pero,  para mi cometieron el error (a los que les incumbía) de hacerle un poco el esparring de un judoca georgiano de su misma edad, que por aquel entonces destacaba,  Otari. Otari seguía, a la hora de la verdad solo instrucciones de su padre, un avezado judoca que vivía por y para el judo de su hijo. Las instrucciones se las daba en georgiano y aunque las enmascaraba en que iban dirigidas a los dos, díganme de lo que se enteraba José Luis. Otari lo ganaba todo y José Luis en la sombra siempre segundo. Este estatus se llevó hasta el extremo de que el riojano acudió a un Campeonato de España cuando ganó la plaza porque Otarí, desconozco el porque, se había cambiado de gimnasio.
Fue competitivo y apoyado por la familia le vimos crecer en campeonatos en Madrid, Daimiel, Vitoria, Pamplona, Zaragoza. Como infantil, cadete y Júnior. La última vez le vi en Lezo, ocupando una de las cuatro plazas asignadas a la Rioja en el Sector norte, donde junto a Jumberí y Alba (que logró plaza para la final ) hizo muy buen papel; el año anterior, creo que en Tudela, en el mismo sector consiguió medalla.
Era fijo en el podium en el campeonato anual de La Rioja. Has hecho bien José Luis, lo primero la salud, que tienesn toda una vida por delante.
Poster de la vida de José Luis judoca que todavía no ha terminado, ni mucho menos, de dejar la huella.
2.-Entre el sábado y el domingo pasado transcurrió la final del campeonato de España en la categoría absoluta, en el recinto Universitario de Pamplona. Alba fue el sábado a ver a las judocas, pero el domingo, aunque Nacho  el padre de Irene la grande se lo había puesto fácil para que pudiese tomar el tren para Salamanca, al final no fue porque, por circunstancias no podía volver con los salmantinos de su gimnasio  actual, que habían asistido.
3.- Este fin de semana, aunque no le tocaba, vuelve Alba  a Logroño. Ayer Pedro M. Me comentó que el sábado por la tarde se celebra la competición que sea necesaria para que salgan los ocho seleccionados que representen a La Rioja en el sector Norte del Campeonato de España, categoría junior. Lo que no tiene claro Pedro, a priori, es el número de judocas que se presentaran, pero me da a mi que en el femenino habrá  que dilucidar porque si se presenta la calagurritana en 57 kilos junto con María, y Judit en 52 junto con Alba, de alguna manera lo tienen que resolver.
4.- Repasando una fotografía que tomé en el  P. San Millán con motivo de una concentración de Jiu Jitsu, veo al veterano entrenador del ¿Samuray? con el judogui y el obi bicolor, cosa que nunca le he visto en el judo, siempre va de paisano. ¿Lo valora más ó simplemente se siente más valorado?

5.- Dos partes más del monumento

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