jueves, 30 de septiembre de 2010

EL POSITIVISMO Y LA MEMORIA

Ayer a las dos y media de la madrugada escribía un post y cuando trataba de publicarlo "voila" desapareció como por encanto y por más archivos y carpetas que revisé no aparecía. Hoy me aparece en un listado, al completo, pero ese listado en una especia de limbo, tratas de recuperarlo se produce flash en la pantalla pero el dichoso escrito no se mueve. Trato de repetir el contenido.
Decía que pasadas dos horas y media del comienzo de la más rara de las huelgas a las que he asistido en mi vida, que más parecía una coartada de gobierno y sindicatos apócrifos, deslegitimados y condenados por los ciudadanos. Daba una serie de razonamientos y llegaba a la conclusión de que Zapatero es idiota y que he conocido a dos sindicalistas auténticos (Marcelino Camacho y Nicolás Redondo padre) y no los caraduras estos. Adelanté que tal como se estaban desarrollando las primeras horas no tenía visos de que les saliera bien la jugada a la camarilla sanguijuela.
Comentaba sobre una conversación que había tenido con el padre de una judoca que el el último año ha tenido una excelente progresión, pero que ha llegado al judo dando un salto y se lesiona con frecuencia los codos; yo le decía que posiblemente se debiese a que las caídas no las ha practicado lo suficiente. Recordaba a los niños hechos con Pedro padre que lo primero que entrenaban eran las caídas hasta conseguir convertir esa acción en un acto reflejo. Deberían tenerlo en cuenta los entrenadores. Esta conversación me vino a la memoria acordándome de un filósofo de corriente positivista que decía que cada persona tenía dos escaleras de memoria en el cerebro, una la subía en la primera mitad de su vida y si se subía saltándose algún escalón, este quedaba dañado pero se podía recuperar. Esto, aunque sea extravagante, lo comparaba con las lesiones, que se pueden recuperar abundando en esa fase del entrenamiento.
Escribo estas desquiciadas letras a la una de la noche del día 1 de octubre. Ya ha pasado la huelga y me alegro de haber sido profeta, La huelga no ha funcionado excepto donde los piquetes han funcionado como atracadores y, eso si, solo mientras ha funcionado el atraco, porque cuando se marchaban la gente volvía a funcionar. Me contaba una persona sobre lo que había percibido en la manifestación de Logroño; miraba los escasos integrantes del paseo cuando se percató de un grupo que pasó delante de él en varias ocasiones; a mitad de trayecto se daban la vuelta y volvían a introducirse entre los falsos trabajadores (la mayoría liberados), con objeto de engordar las cifras. Os pongáis como os pongáis, ha sido un desastre para vosotros. Veo que los únicos que han hecho huelga son los chinos afincados en España, al cien por cien. Zapatero, De la que, Toxo (me recuerda o a trozo de hierro) y el nada Cándido, ya tenéis destino: a Pekín, que son de los vuestros.

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