miércoles, 15 de septiembre de 2010

JUDOCAS QUE DEJAN HUELLA


BENITO SOMALO

. Cuando llevaba 2-3 años viendo los entrenamientos del Sensei Pedro Fernández padre, en las clases en las que participaba mi hija ( eran clases porque más que entrenar enseñaba ), en un campeonato (creo que era en el 2003) me fijé en ti, entonces cinturón azul, centrado viendo competir a tus amigos. Como en aquel tiempo las cámaras fotográficas eran de carrete el número de tomas era muy inferior al actual.
. Empecé a sentir tu presencia en el judo y recuerdo que en una demostración que se había organizado en el colegio de monjas sito en la Avda. de Madrid con motivo de las fiestas del cole. El sensei había seleccionado a varias crías y algunos críos para que hicieran una corta competición a fin de que los asistentes conocieran el judo. Entre las crías estaban Alba, Ana y Lucía. Te recuerdo junto a Jorge Mallafré montando el tatamí con colchonetas ajadas. Más tarde os erigisteis en árbitros y, cosas de la edad, fuisteis bastante parcialitos a favor de los chicos.
.Ganaste en intensidad en los entrenamientos y eras épocas en las que conseguías medallas en el Campeonato de España y en las turnés por las provincias vascas y Navarra.
. Te gustaba tanto el judo que aún cuando ya habías superado la etapa de cadete, te buscabas las vueltas para acompañar a los equipos seleccionados y para asistir a los judocas desde la esquina del tatami. Recuerdo que el año 2008 te habían llevado hasta la sede de la competición en Torrepacheco (Murcia) la familia de Ana y que la vuelta la hiciste conmigo hasta Nájera donde te bajaste; recuerdo que durante el viaje hablamos de futuro y de judo; recuerdo que me extraño la coincidencia en gustos musicales entre tú y yo; sacaste un CD de Niña Pastori y la oímos durante algunas horas.
. Entrenas con intensidad y coincidiendo con la aparición de Cipri empieza a limitarse los compañeros de randoris, porque no todos pueden aguantar tu ritmo. Héctor, Pablo, Pellez y el monitor de ski son de los pocos que te plantan cara. A mi me encanta ver esos entrenamientos.
. hubo una anécdota propiciada por el padre de Otari, en la primera etapa, cuando con el consentimiento de Pedro Maria, se erguía en un entrenador paralelo; para el que no lo sepa el citado papá era una judoca cinturón negro, muy experimentado, que se tomaba la formación de su hijo incluso por encima de su educación cultural; hago esta aclaración para que no pretendan que trato de pasar por un pedante; en conocimientos de esto del judo yo, con relación a él, era como un nene de primero de primaria comparado con un mocete de selectividad, pero en el conocimiento humano la tendencia se invertía un poco. Recuerdo que en una conversación el citado papá refiriéndose a ti y a otro judoca del gimnasio, de tu quinta, me decía “ A mi me asombra fulanito, lo que le enseño lo pilla a la primera” , recuerdo que le contesté “ pues a mi me sorprende Benito, no sabe una cosa pero se harta a repetirla hasta que le sale; dame un constante que siempre termina ganando al brillante”. El tiempo me dio la razón.
. Desarrollas labores de Shihan (profesor primerizo de judo) en algún colegio de Logroño.
. Se te ve que en esa etapa eres tremendamente feliz haciendo judo.
En resumen, oir hablar de ti a profesionales es definirte como muy bueno técnicamente y muy competitivo.
. No se exactamente cuando tú karma deja de ser tan positivo, pero lo que no debes dudar en ningún momento es que despiertas simpatías.
Tengo escrito todo lo antecedente desde hace más de ocho meses y lo tenía interrumpido porque no terminaba de entender tu actuación. En esta temporada te he visto actuar en el tatami en tres ocasiones y he retomado tu perfil desde mi punto de vista, porque he vuelto a ver al Benito que me ilusionaba, con un exceso de peso, pero centrado yy trabajando con los amigos-compañeros sin estridencias.
Sigue así, que seguro que recuperas el ritmo y a mi me alegra poder
incluirte entre los judocas que dejan huella.

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